17.9.10

MÉXICO D.F, 19 DE SEPTIEMBRE: A 25 PRIMAVERAS DE ALÍ, CEREMONIA FEMINISTA CONTRA LOS FEMINICIDIOS

(imagen afiche de Ali somos todas)

Carta abierta a Alí Desireé Cuevas Castrejón

Desde que Osvaldo Aristóteles Morgan Colón acabó con tu vida de veintiséis puñaladas, el 20 de septiembre de 2009, se han ido sucediendo diversos acontecimientos. Por ejemplo, no pudimos controlar que los periódicos sensacionalistas publicaran, como suelen hacer, la foto de tu cuerpo inerme en el suelo, mientras que sus crónicas sobre el hecho usaron titulares donde no hacían sino menospreciar la violencia feminicida. Hemos tenido en cuenta que esos periódicos naturalizan la violencia, desprecian a sus lectores y criminalizan y revictimizan a las asesinadas.

En tu velorio y entierro estuvieron presentes tu familia y tus amigas y amigos; la coordinación de Letras Clásicas de la UNAM, donde estudiabas, publicó una esquela en su página de internet, y algunas de tus amigas decidimos que no queríamos guardar silencio ante la violencia de tu muerte, ante tu asesinato, ante la forma tan cruel con la que te arrebataron la vida. Además, vimos la necesidad de llamar feminicidio a tu asesinato.

Para el 2 de octubre, durante la manifestación que recuerda la intervención militar y asesina en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, estuvimos con la foto de tu rostro cuyo amable gesto queremos siempre recordar, y denunciamos tu asesinato bajo las consignas “El amor no mata” y “El príncipe azul no existe, el macho violento sí”. A nuestro pequeño contingente se fueron sumando varias compañeras, y algunos compañeros, todos quienes, aunque no te conocieron, al saber cómo perdiste la vida, se solidarizaron de inmediato. De hecho, ésa ha sido una constante desde que decidimos salir a denunciar tu asesinato: sin conocerte, muchas personas han hecho la causa de tu muerte un signo de lucha contra el feminicidio.
Nos constituimos como colectiva y le dimos el nombre de Alí Somos Todas porque sentimos cómo cualquiera de nosotras puede ser víctima de la violencia feminicida; desde entonces, hemos seguido con las acciones, siempre con la idea de renacer contigo contra la violencia hacia las mujeres. Tu nombre da nombre a nuestra colectiva porque representa también a todas aquellas que han muerto bajo las mismas circunstancias. Hasta el día de hoy, la colectiva que lleva tu nombre se ha dedicado a denunciar, las veces que ha sido necesario, que la causa penal abierta contra tu asesino se lleve apegada a derecho y se reconozca que actuó por odio contra tu libertad de elección, contra tu autonomía, y por eso cometió, con saña y crueldad, un feminicidio.

Por desgracia, el hermano de tu asesino, de cuya hija fuiste madrina, Humberto Morgan, quien fue diputado en la Asamblea Legislativa, ha tenido muchos intentos de denostarte, de pretender que su hermano te atacó “en defensa propia”, de usar su posición de funcionario público para mentir, desmerecer, atacar, manchar tu imagen. No hemos permitido que eso siga sucediendo, y hemos denunciado cuantas irregularidades hemos detectado o las que tu hermano Erick nos ha informado.

Por desgracia, ese gran apoyo que hemos recibido de otras, de otros, no ha sido igual de la institución donde estudiabas. Hasta el día de hoy, las instancias de la UNAM a las que hemos recurrido han guardado silencio ante tu feminicidio. También, tus compañeras y compañeros de la UNAM, no todos, han guardado silencio también, sin ser conscientes de que el silencio es cómplice del asesinato. De la misma manera, los abogados que llevan la defensa de tu asesino, y otras tantas personas, cuestionaron tu vida llena de libertad y sentido pleno de autonomía.

Ahora, estamos esperando la resolución del juicio, la sentencia. Pero independientemente de lo que decida el juez, nuestra lucha contra la violencia hacia las mujeres, por la visibilización y desnaturalización de esa violencia, es lo más importante. Hemos aprendido contigo, de ti, que nuestra lucha, la lucha contra los feminicidios no debe seguir las lógicas del poder patriarcal, ni las lógicas de los procesos judiciales que empantanan y denostan a las mujeres asesinadas por odio. Sabemos que para estar contigo, con todas las demás, debemos mencionarlas, gritar sus nombres, denunciar a sus asesinos, y así renacer contigo, que renazcas en nosotras, para seguir nuestro camino de lucha juntas.

Que tu asesinato sirva para visibilizar cómo las mujeres mueren por odio a manos de sus parejas o exparejas, como es tu caso, y cómo los feminicidas encuentran cobijo en toda la estructura social; que sirva para denunciar la naturalización de esa violencia y crear conciencia entre las mujeres de esta realidad, y así poder formar con ellas redes de apoyo y cuidado mutuo, y distintos y permanentes mecanismos de denuncia.

Hoy, 19 de septiembre de 2010, el día que cumples veintincinco primaveras, como tú misma dirías, estamos aquí para celebrar tu existencia, recordarte haciéndote presente, expresar nuestra indignación ante los hechos y romper con el silencio histórico, aquel que reproduce la lógica patriarcal y castiga a las mujeres que reivindican cotidianamente su libertad, que dicen no.

Estamos aquí para decirte que no te olvidamos, que no estás sola, que tu memoria ha impulsado una lucha por la justicia. La justicia desde ti para nosotras va mucho más allá de la sentencia contra tu asesino, y significa la autonomía diaria de nuestros cuerpos y destinos, contra las puñaladas como respuesta: para ello tu memoria es nuestra mayor fuerza, la hazaña de libertad que nos acompaña.
Seguiremos gritando contigo, con las demás, para que dejen de asfixiarnos.
Con memorioso amor
Tus amigas, hermanas, compañeras de la colectiva
Alí Somos Todas


alisomostodas@gmail.com

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