18.10.07

19 DE OCTUBRE DE 2007, INTERVENIMOS LA CALLE COMO SIEMPRE, PERO MEJOR


SIN VELAS, Y ¡MENOS, CRUCES!

Con los ritmos bailadores de la batuperlita, brigada activista lesbofeminista, fue imposible para l@s transeúntes no vernos y, a pesar de lo largo de nuestro guión (que nos muestra que tenemos mucho qué decir y poca capacidad de síntesis) nos oyeron. A 20 meses del femicidio de Javiera y del femicidio frustrado de Claudia, también se nos unieron esta vez, feministas muy jóvenes que el jueves 25 harán una marcha contra el Femicidio, que parte a las 18 horas desde Ahumada con Alameda, y las anarcofeministas Pandora que proponen en su lienzo, “no encender velas, hacer barrikadas”.


Nosotras, la Coordinación No Más Femicidio (hasta este momento, Perlitas, lesbianas feministas Moiras, grupo de mujeres Acogida y Memoria Feminista), aunque vemos en la velas una acción más bien pagana que cristiana, y por eso nos gusta, esta vez, tampoco las encendimos, y por lo demás aclaramos que nunca hemos enterrado cruces “porque conmemoramos la vida de las mujeres, porque resistimos la violencia día a día y porque sabemos que la violencia contra las mujeres es estructural y personal. Que lo personal es político y lo estructural es personal”. Además aclaramos que no mendigamos, sino “exigimos justicia para todas como también “¡Libertad y revolución en la cama, en la casa y en el país! Mapuche, migrantes, pobres, lesbianas Un mensaje al que muchas mujeres que pasaban por ahí y se paraban a oír, dieron gestos de aprobación, fue a que “Somos mapuche, somos pobres, somos migrantes, somos explotadas, somos cesantes, somos lesbianas, somos feministas”, porque la Violencia contra la Mujer es estructural y “tiene que ver con que las mujeres en todo el mundo seamos las más pobres de los pobres, tengamos los peores sueldos, los peores trabajos, y nos rechacen de la vida laboral por ser madres, por ser viejas, por ser muy jóvenes, por ser lesbianas, por ser gordas, por ser pobres y vivir en una población… o sea, por ser mujeres...”… Ni mártires ni santas Dijimos que “Femicidio es el último escalón en la violencia patriarcal. Es asesinar a una mujer por ser mujer. Matarla por no cumplir con el rol al que se le obliga. Por resistirse, por dejar de tolerar, por abandonar a un hombre, por enamorarse de otro, por enamorarse de una mujer, o simplemente por querer ser libre y escapar del machismo”. Recordamos que “Ellas fueron alegres, tuvieron sueños, proyectos y ganas de vivir”. “Querían vivir, amar, construir y ser ellas mismas por fin. Pero los femicidas no toleran que las mujeres sean por sí mismas, tampoco toleran su autoestima, ni su libertad, ni su capacidades”. No quisimos dejar pasar algo muy importante: “las mujeres muertas no son mártires”. Lo subrayamos porque nosotras, las feministas de la Coordinación, no andamos en procesión buscando santas. “No somos hermanitas de la caridad, ni monjas, ni misioneras, somos feministas radicales”. Denunciamos que las mujeres son asesinadas y violentadas en su condición de mujeres. Ellas eran “mujeres que bailaban, que cantaban, que reían, que bromeaban mientras cocían, mientras cocinaban, mientras regaban las plantas. Trabajaban en la casa o fuera de ella. Compartían con los demás. Se enojaban, discutían, no querían, se rebelaban. Ellas deseaban, hacían el amor, amamantaban, criaban, conversaban con sus amigas, creían en sus sueños” y un femicida les arrancó la vida. Denuncia usufructo político del Femicidio Lo dijimos y lo gritamos: estamos contra el uso y el abuso de la “violencia contra las mujeres” y el “femicidio” como palabras vaciadas de contenidos políticos y éticos. Creemos que los feminismos y sus luchas son políticos, son antineoliberales, anticapitalistas, antimperialistas, antiracistas y antifascistas”. Gritamos a voz en cuello: “No venimos a disfrazar la realidad, venimos a decir nuestra verdad. No venimos a hacerle el juego a quienes usan el femicidio y la violencia contra las mujeres, para sus campañas políticas, venimos a denunciarlos”. Por eso el 19 subrayamos muchas veces que no colocamos cruces, porque rechazamos terminantemente que “los futuros candidatos políticos hagan campaña con la muerte de las mujeres”. Creemos además que hay que ser muy cara de palo para comunicar que lloran los femicidios y ni siquiera inmutarse ante la persecución a las mapuche en el Sur por el gobierno de los mismos que colocan cruces. Y no es resentimiento, son límites que colocamos para que nadie confunda el Feminismo con obras de caridad, con una propuesta que se mira el ombligo, que pudiera llegar a ser racista, neoliberal. Por eso aclaramos que “las feministas autónomas, las lesbianas feministas, defendemos los derechos humanos, rechazamos la persecución a los pueblos originarios, denunciamos la represión a l@s jóvenes y el desprestigio de sus movimientos sociales, acusamos la distribución injusta de la pobreza en el país y en el mundo, por parte de los grandes capitales, y el robo a los pueblos indígenas de sus tierras y sus recursos”. “Abominamos la depredación de la tierra y el maltrato animal, solidarizamos con las diversas opciones sexuales, porque, en definitiva, nos rebelamos y resistimos cada día contra el neoliberalismo, la globalización de la economía y todo lo que actualmente implica el patriarcado”. Testimonios de mujeres En esta denuncia y propuesta a la vez, nos ayudaron los testimonios de Carmen Barriga, compañera lesbiana feminista de Moiras y el de Jessica, hija de Angelina Navarro Gutiérrez que fue asesinada por su ex marido el 20 de marzo de este año: Carmen plantea: En agosto del 79 me detuvieron, tenia 19 años, en octubre de 1973, se cometieron fusilamientos detrás de mi casa, en Llancahue, mi madre y hermanos lo vimos todo, y nos prometimos ser parte de la lucha contra la dictadura. Quedé incomunicada en una celda sola. El piso estaba mojado, olía a podrido y a orines. Había una colchoneta en el piso, esto duró 3 semanas, me torturaron y me abusaron, y mi hermano fue asesinado. Soy una sobreviviente de la violencia política, y también soy una sobreviviente de la Volencia Doméstica: Cuando era pequeña, mi madre era golpeada por mi padre, la dejaba bañada en sangre, la mandaba al hospital. Con tantas cauterizaciones y golpes, perdió el olfato, pero un mes y medio antes de morir lo recuperó, y pudo oler lo que mas amaba: sus plantas. ¡Exijo justicia para todas las mujeres que han pasado por la tortura fascista y por la tortura machista!” Jessica, dice: Soy hija de Angelina Navarro Gutiérrez, celebro la vida de mi madre y rechazo su muerte. Exijo justicia para ella y todas las mujeres, para que nunca más una mujer sufra lo que ella, y para que nunca más sus hijas e hijos vivan lo que nosotros. Libertad a l@s pres@s polític@s mapuche Dijimos que “a las mujeres nos violentan como a los judíos en la Europa nazi, como a los palestinos en Israel, como a los homosexuales en la ex unión soviética, como a las mapuche en el actual estado $hileno”. Gritamos que “En Temuco las hermanas Calfunao han estado en huelga de hambre, han sido torturadas y vejadas como otros mapuche de sus comunidades, y hoy se encuentran presas en la cárcel de Temuco”. Denunciamos que “De eso, la prensa masiva no ha dicho nada, lo ha callado” como cómplice que es, y que hoy en Chile, “el gobierno de la Concertación persigue a los pueblos originarios”. Aclaramos que “el feminismo es antiracista y rebelde y no callaremos”. Porque el Machismo es Racismo y aunque sea distinto, es igual: racismo contra las mujeres, todo lo femenino, lo feminista y lo lesbiano. No nos hacemos cómplice de cifras oficialistas “Las cifras oficiales hablan de 70 femicidios anuales, pero nosotras decimos que son muchos más porque una mujer lesbiana asesinada por su pareja es femicidio, una mujer lesbiana asesinada por un hombre como castigo por ser lesbiana, es femicidio. Una madre asesinada por su yerno, por odio contra su hija es femicidio, una mujer violada y asesinada por un desconocido es femicidio, una prostituta asesinada por un cliente o por el proxeneta, es femicidio, una mujer que se suicida porque no soporta la violencia de un hombre, porque no puede alimentar a sus hijos, porque no encuentra trabajo porque es mujer, es también una forma de femicidio”.
“No hay cómo contar los femicidios. Son millones en todo el mundo las mujeres asesinadas por el odio machista y muertas por culpa del capital, el racismo o el terrorismo económico del sistema neoliberal. Tampoco blanqueamos la Ley VIF que declaramos que es un fiasco: “No sirve a las jóvenes, no sirve a las lesbianas, no sirve a las prostitutas, y tampoco sirve a las mujeres heterosexuales, casadas y con hijos que pueden denunciar, porque sus casos no se investigan, los cierran, no hay suficientes funcionarios, los juzgados y las fiscalías están colapsados, son machistas y no entienden nada de Derechos Humanos de las mujeres”. Intervención En medio del guión irrumpieron las mujeres de distintas comunas de Santiago Sur que ya son una brigada muralista y ahora incursionan en la intervención teatral y nacieron en una Casa de 1ª Acogida, pero ya se independizaron, el grupo Acogida. Sus carteles, tendidas en el suelo decían cosas como: “Amo a otra mujer, me insultan” “Quise amar y me violaron” “Quise ser amada y me asesinaron” “No quería ser madre y me obligaron”… Al final en vez de quedarse en el suelo se levantaron e hicieron leer sus carteles a todos y todas quienes miraban expectantes que pasaría con esas mujeres de negro. No tenemos maridos, tenemos amantes, somos autónomas Además de ser “mapuche, pobres, pobladoras, trabajadoras, ambulantes, cesantes, explotadas, rebeldes, feministas, jóvenes, adolescentes, viejas, adultas, activistas, pensadoras, escritoras, educadoras”. Publicamos que “Somos lesbianas o no, somos madres o no. Hemos abortado, Hemos parido. Amamos a mujeres, amamos a hombres, simplemente amamos, porque somos feministas y autónomas… No tenemos Dios, ni patrón, ni partido, ni marido. Tenemos diosas, amigas, hijas y amantes”. Y estas, las que somos, decidimos los 19, como el día contra en femicidio en Chile, “no porque este día lo haya designado el gobierno ni ninguna institución, sino porque nosotras, las feministas autónomas y las lesbianas feministas, lo decidimos así, para rechazar el femicidio de Javierita Neira y el femicidio frustrado de Claudia, su madre, a manos del femicida Alfredo Cabrera Opazo”, el 19 de diciembre de 2005. En nuestros gritos, bailes, tambores, en la ronda que hicimos al final y en el fuego de "NO Más", exigimos: Justicia para las niñas abusadas Justicia para las jóvenes discriminadas Justicia para las mujeres acosadas Justicia para las prostitutas explotadas Justicia para trabajadoras malpagadas Justicia para las cesantes rechazadas Justicia para las migrantes perseguidas Justicia para las luchadoras encarceladas Justicia para las mapuche torturadas Justicia para las lesbianas negadas Justicia para las feministas ridiculizadas Justicia para todas las mujeres. Luego nos felicitamos, nos abrazamos y celebramos.
Memoria Feminista Feministas Autónomas
Fuente: extractos del guión leído en Huérfanos con Ahumada, frente al Banco Chile el 19 de octubre recién pasado, de 19:30 horas a 20: 30 horas, por 5 compañeras de los distintos grupos de la Coordinación NO MÁS FEMICIDIO

No hay comentarios.: