UNA MIRADA DESDE EL AFUERA....

(pintor: Alfonso Rivero)

Pensando el día después
Por Susana Opazo F.

Salir a marchar para exigir el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo o exigir el derecho a tomar la píldora, podría ser un acto de denuncia al patriarcado que se sitúa en una historia larga de mujeres que se tomaron la palabra y las calles con el gesto insolente de instalarse como sujetas políticas y críticas del sistema que las subyuga. Gesto insolente que se pone frente a la dominación masculinista para despreciarla.

Sin embargo, esta marcha del pasado 22 de abril lejos de caracterizarse por aquel gesto insolente, o por la rebeldía de las mujeres, fue más bien un acto performático donde la sociedad civil restituyó, o resimbolizó, al tribunal constitucional, al Estado y al patriarcado, como los sujetos del poder, a ellos nosotras les demandamos derechos sobre nuestros cuerpos.

El acto, se desarrolló en impecable orden, mientras más de 14.000 hombres y mujeres caminaban protegidos por la policía para instalarse frente a la moneda y sobre la tumba de nuestro conservador padre de la patria. Para en este simbólico lugar, ícono de nuestras instituciones patrias, terminar en un austero show musical.

¡Desobediencia! Gritaban los miles, pero cuando se les pidió que se fueran a sus casas todos se retiraron encantados. ¡No queremos abortar! decían otros pidiendo la famosa píldora que evitara el pecaminoso aborto, mientras a mi lado vociferaban el último grito de la abstinencia ¡Cuidado con el pico del día antes!

Este no es el retorno del fascismo, porque éste siempre ha estado aquí, pero sí es la muestra de que no solo podemos vislumbrarlo en la prensa y en la derecha oficial, parece ser que lo tenemos dentro, entre los compañeros, entre los hombres “pro” que estudian la masculinidad y reclaman su derecho a tirar sin preocuparse por ser padres; en el sentido común, en las demandas ciudadanas y también en actos de la concertación como éste.

Yo estupefacta buscaba feministas aquel día, quería mostrarles la consigna del Movimiento Rebelde del Afuera: “Feministas: ¿Hasta cuándo corren tras las zanahorias podridas del patriarcado?”, pero no encontré a ninguna, es que había tanta gente.